martes, 19 de junio de 2007

CONTRA EL DRAGÓN DE SIETE CABEZAS.


Me faltaban muchas cosas para enfrentar el combate, no tenía mi espada, se me había caído mi cuanto mágico del cuello y ni siquiera vestía acorde a la ocasión. Mi enemigo era gigante, tenaz, inteligente, sagaz y contaba con una envidiable capacidad para olfatear el miedo que recorría mi cuerpo.

El sudor escurría por mi frente, pensé en correr, arrancar despavorido o esconderme como un niño. En ese momento recordé quien soy, descendiente directo de los guerreros soñadores de agua y metal, aquellos seres de luz que no profesan dogmas ni adoran a ninguna divinidad en particular.

A través de mi ADN llegaron miles de imágenes de batallas, guerras y desafíos heroicos. De aquella época en que los guerreros de la luz vivíamos en coherencia con el amor, la compasión, la valentía y el deseo máximo de cuidar al prójimo sin importar su cuna o condición social, incluso curando las heridas de nuestros enemigos.

El dragón avanzaba raudamente hacía mi. Ya no podía hacer nada para evitar la batalla. El terror se apoderó de mis pies, mi espalda se recogió como la de un gato, mufe, ladre, grité y ahogué un llanto de dolor y sufrimiento. Estaba frente a la muerte y no podía hacer nada para evitar la consecuencia fatal.

Por mi mente ví a mi hija crecer en una enorme casa con muchos árboles, aprendiendo a caerse y levantarse en el acto, recordando que alguna vez su padre le decía: “Isadorita cuida tu cabeza como si fuera la única que vas a tener”, la vislumbré pateando y parándose de cabeza, saltando y ejercitando su musculatura espiritual, ví a mi amada Druida, a mis padres y hermanos, a los compañeros de camino, a mis maestros, a los templarios, a los guerreros diamantinos y shaolines, todos unidos para recibirme en el Gran Oriente.

Las fauces de mi enemigo me tragaron por completo. Al cerrar sus mandíbulas, respire con dificultad, no sacaba nada con patear, golpear, esquivar, lanzar golpes de puños o rasguñar con las garras del tigre, la grulla no podía volar y el oso no era lo suficientemente fuerte para causarle daño alguno.

En ese momento y antes de perder el conocimiento, comprendí que en el último segundo de nuestras vidas todo es obra del altísimo. Por lo mismo, arregle mi traje, peine mis cabellos, agradecí por cada uno de los segundos y vivencias de mi vida y me prepare para saltar al vacío, lo hice sin miedo, ni rencor, simplemente salte para morir con dignidad. Una vez más, honrando la vida de mis maestros que de generación en generación han muerto con la frente en alto y el pecho altivo.

viernes, 15 de junio de 2007

SER PADRE Y VIVIR EN FELICDAD


Este será mi segundo día del Padre, como padre. Y tambián será la segunda vez que lo pasaré sin mi hija y sin mi padre. El año pasado fue catastrófico, recuerdo haber estado echado en calidad de bulto anímico, viendo el DVD de Ismael Serrano en el que ponía la canción, "Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita", pero este año en vez de llorar y amargarme por estar lejos de mi hija, agradeceré al cosmos por haberme permitido sentir el calor de su nacimiento, la voluntad de la vida y la expresión máxima del desapego.



Yo sé que me la jugué siempre para que ella estuviera bien, puse la cara, aperré, dije la verdad y cumplí la palabra. Incluso en los momentos más difíciles. También aprendí que uno no debe hacer las cosas para esperar algo a cambio. Cuando mi niña preciosa crezca, conversaré con ella y trataré de explicarle las razones por las que no estuve todos los días con ella. Tambièn le diré que aunque separados y con nuevos proyectos de vida sus padres la aman más que nada en el mundo. No lo haré para buscar responsables, por que como dice mi madre para bailar tango se necesitan dos y por mucho que uno sea profesional si uno pisa callos es mejor buscarse otra pareja y seguir bailando.



Por mucho tiempo pensé que el rol de papá sólo se podía cumplir viviendo de cerca con tu hija, pero ahora descubrí que más importante aun es que mi hija se sienta orgullosa de quién soy, de mis valores, creencias y formas de ver la vida, de verdad ser un ejemplo de coherencia y consecuencia es el mejor acto que se le puede dar a una hija o hijo.


Reconozco que he cometido muchos errores durante mi vida y que por ende estoy muy lejos de la perfección y la iluminación, pero durante mis vivencias he visto cosas que de verdad no soporto, una de ellas es el doble estandar y la falsa moralidad de los que pregonan y no practican. Por eso, quiero que sepas mi querida hija que desde un tiempo a esta parte he decidido vivir en felicidad y sobre de uan forma más consecuente y coherente con lo que soy, siento y quiero ser.


No me queda más que agradecerte por haberme convertido en padre, eres el regalo más grande, maravilloso y precioso que me ha dado la vida y te prometo que nunca, pero nunca te abandonaré.

miércoles, 13 de junio de 2007

POLOS: Mirada positiva


Hoy mientras veía, sentía y olfateaba la lluvia, pensé en que los fenómenos no son malos o buenos en si mismos. Bien por Santiago que verá como su aire es limpiado por el agua, pero muy mal por la gente que se mojara y sufrirá los embates de la naturaleza. De esto desprendo que todo en la vida tiene un aspecto positivo y negativo, no se me ocurre ninguna excepción, nada que sea permanente, rígido, ostracista o suficientemente dogmático.



Por esto me niego a pensar que sólo exista una forma de ver o apreciar las cosas. Sin lugar a dudas quizás sea mejor centrarnos en la capacidad de adaptarnos con sutileza y gentileza a los movimientos y circunstancias de la vida, que tal como el agua se adhiere y expande en las distintas formas del planeta. No combate ni rehuye los problemas, los acoge y absorve.



Lo dinámico de la existencia parte con nuestro nacimiento y termina con la muerte, ninguna de las dos pueden ser sustitutidas y constituyen landmarks de la existencia humana, pero aun así, ninguna de las dos son 100% positvas 0 100% negativas, si no nacieramos no podríamos vivir y si no murieramos nadie más podría venir a este mundo...

miércoles, 6 de junio de 2007

EL CAMINO SIN FORMA NI FINAL


Te imaginas un camino sin forma???? o sin un final??? bueno, así proyecto el largo y generoso camino de las artes marciales. Entrenar, entrenar y entrenar es una disposicón diaria y constante, podemos y debemos mantenernos todo el día conectados con nuestro arte, cualquiera que sea el que hayamos elegido. Conducir, respirar con suavidad y constancia, mover nuestro cuerpo de forma amable y respetuosa, demostrar nuestra condiciòn marcial en cada uno de nuestros actos.


De que sirve ser artistas marciales cuando sólo vestimos nuestros trajes de entrenamiento???, esto es una forma de vida, un camino de superación y enfrentamiento con el ego malo, que es muy distinto al amor propio, ese que nos obliga a seguir practicando cuando ya no nos quedan fuerzas o que nos levanta en los momentos de desazón, confusión o dureza.


La vida intensa y bella del artista marcial, es el camino de la belleza, la bondad y la compasión. Por mi parte, a seguir trabajando para aprender a exhalar, a ser generoso con mis movimientos y a no perder potencia por ser más veloz.

martes, 5 de junio de 2007

RESIGNIFICAR LA VIDA

Tengo la voluntad de ser feliz en esta vida. No me preocupa ni me interesa ninguna justificación para ello. No lo hago por la vida eterna, tampoco por ganar el paraíso y menos para agradar a ningún Dios o Diosa. Estoy convencido que en cada uno de los seres sintientes de este planeta esta el motor necesario para generar luz y amor.

Los dogmas no son importantes. Quiero sacar las vendas del consumismo y de la irrealidad de los ojos. No necesitas nada para ser feliz, sólo tu y tu eterna compañía.