
Al igual que Galileo, Euclides, Aristraco, Cicerón, Freud y tantos otros, patiaré el tablero mil veces, hasta inventar y descubrir una realidad más humana, digna y solidaria para todos. Los mitos y los dogmas son las caras de la dominación del poder. Las verdades innegables destruyen la esencia del ser buscador, del ermitaño, que con la luz prendida de día, duda de la sombra de la "verdad". Bienvenidos al mundo de los sueños terrenales. Al espacio dinámico de los conquistadores del conocimiento. Y recuerden siempre, que es la tierra la que gira alrededor del sol y no al revés... por lo tanto nunca hemos sido el centro del universo.
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