martes, 4 de diciembre de 2007

Hoy: siento.

Contemplo el bien y el mal, el sol y la luna, el día y la noche, el agua y el fuego. No me generan ninguna sensación, pasan por mis ojos como destellos de un mismo todo. No hay cargas ni apellidos, solo son, lo que son.

El vacío es lo mismo que el todo. Ni siquiera da para una lección de vida. Permite que tu existencia se fusione con la realidad. No hay nada que diferenciar. No busques la iluminación. No existe. No busques un estado especial. No existe. No busques a Dios. No existe. No hay necesidad de buscar. No existe búsqueda. Permite que tus pulmones se llenen de elemento vital. Percibe el mundo y déjate llevar. Contempla la existencia y luego descansa.

Eres uno de 600 millones, quizás más. No tienes nada de especial. Vives en un mundo inserto en una galaxia. Existen 60 mil billones de galaxias, quizás dos más. No tienes nada de especial. Estás en este lugar por poco tiempo, quizás un poco más. No tienes nada de especial. Pero existes en este mismo instante. Y aunque no eres especial, dentro de ti vive el Budha eterno de la compasión y el amor universal.

¿Buscas un método?, ¿Necesitas ser católico, budista, agnóstico, cristiano, tibetano, creyente, protestante, metodista, pentecostal, musulman, krishna o hinduista?. ¿Serás mejor persona con un buen y grandilocuente apellido?. Bienvenido todos los métodos, pero son solo eso, métodos, caminos, alternativas e instrumentos, pero no deben convertirse en tus bastones, ninguno de ellos podrán por si solo llevarte a la plenitud de la conciencia. Tú eres mucho más que ellos. ¿Lo recuerdas?

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