La forma no es lo importante. Eso me quedó claro después de presenciar una canalización de un ser llamado Crayon o algo así, regente del Universo y emisor de luz. No creo en la veneración. Tampoco siento que me dijeran cosas que no sabía o que no haya instuído hace mucho tiempo. Pero agradezco la experiencia. Sentí la voluntad de amar y ser amado. Me gustó el percibir el camino espiritual como un recorrido de felicidad. Tengo la sensación y seguridad que todo lo que emane, promueva y genere un mundo mejor, es bienvenido en mi vida.
Otra cosa que recojo es la sensación de sentirse conforme con lo que somos y queremos ser. A veces nos angustiamos, por que no obtenemos lo que deseamos en el plano material o incluso espiritual. El error está en desear cosas que no nos sirven y que sólo terminan por llenar nuestras mochilas de formas, figuras y apegos innecesarios.
Incluso pienso que no hay camino de superación sin felicidad. Otros ya sufrieron por nosotros Jeshua, Bhudha, Krishna, Hiram, Baphopa y Zoroastro, maestros hay miles, caminos aun más. Lo dichoso es recorrer tu vida como una bella película en donde el final siempre es de felicidad y esperanza. Tengo claro que mi camino va ligado a la luz y su inconmesurable vibración universal.
Pero ese trayecto no es para vivirlo, por lo menos para mí, en la montaña, en tu templo o en alguna guarida cósmica. ¿Para que guardar tu amor?, ¿para qué aumentar el honanismo espiritual?. Hoy ya no nos queman, ni nos persiguen, por lo tanto no existe ninguna razón para escondernos. Por esto, quiero disfrutar cada segundo de mi vida tridimensional con las maravillosas personitas que me acompañan y acompañó hasta que un día volvamos a nacer en la cadencia energética de la luz. Amar a mi familia y compartir mis expericiencias con ellos es lo que quiero y tengo. Además, hace algunas semanas descubrí que no necesito de una nueva "mi polola", " mi pareja", por que estoy seguro que encontré en el corazón de la Druidita a la compañera de camino con que quiero ser y dar felicidad, ella es lo que siempre desee y que nunca pensé que podría existir. Ya no tengo miedo a entregarme sin recibir nada a cambio, vivo y disfruto del amor eterno, fundado en la libertad, el respeto y el sentido concreto de acompañarse y caminar juntos.
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