
Me dan risa las religiones, credo u otras prácticas que centran su trabajo con el terminar de sufrir. La mirada negativista de la vida parte desde el inicio de la creencia. Una visión positiva de la existencia, vee el futuro como una oportunidada que asume el pasado como eso. Como algo que ya paso y que se puede cambiar. Lo más probable es que sigas sufriendo y que la vida te de muchas razones para pasarlo mal. Pero lo importante es tener la voluntad de empezar a ser feliz. Hay que terminar con el radicalismo espiritual que usufructua del dolor y del sufrimiento.
Eso, sólo sirve para llenar los templos de fariseos sufrientes que buscan afuera lo que hace rato ya tienen dentro. Ser felices, sonreir, intentar generar esos pequeños cambios que te permiten realizar las grandes transformaciones. Lo malo y lo bueno, es sólo una parte de la quimera ilusionista de la realidad.
He conocido gente que busca la soledad, el aislamiento o que prefiere quedarse tirado en su hogar por miedo a no volver a sufrir. Cuando de esas experiencias, aunque sea de las más malas, podemos rescatar un aspecto de enseñanza y felicidad. No se trata de ser conformista. Todo lo contrario asumir la realidada como propia nos obliga atransformar nuestra realidada y simplemente cambiar lo que haya que cambiar. Como decía el viejo adagio: "Si el problema tiene solución, no te preocupes y si no tiene solución entonces tampoco te preocupes" . Mirara con esperanza y los conflictos como oportunidades nos mantendrán conectados con nuestra verdadera realidad.
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