En la práctica matutina de hoy, ví a mis hermanos y hermanas mayores practicar avanzadas formas de Kung Fu. Por mi lado, con la primera forma, dele que suene, la base y la base, la perfección de cada movimiento desde su origen hasta su expresión. No subir los hombros, cerrar la guardia, mantener la postura de piernas, no perder intensidad por velocidad, respirar continuamente... uff, tantas cosas que me faltan por aprender y mejorar.
En algún momento mi maestro me sugirió practicar sólo la primera parte de la serie de movimientos, reconozco que estaba enfocado en avanzar rápido, sumando más movimientos, para de esta forma "estar preparado" para la próxima forma. Pero volver a la base me llevó a la siguiente reflexión. Ningún edificio se construye en el cielo. Por ende, mi base de Kung Fu debe ser tan fuerte y digna que me permita sostener de buena forma los nuevos conocimientos. Al terminar la práctica, nuestro maestro dijo: "No puedo permitirles que avancen más rápido, si todavía la base no es sólida, no sacamos nada con recorrer un largo camino con rapidez, pero que en el fondo no nos lleva para ninguna parte ". La verdad es que me hace mucho sentido.
¿¿Qué sacamos con sumarnos grados, formas, enseñanzas, si nuestra base no es sólida como la piedra y amable como el agua???

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